Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Reyes 19:1-15 Nueva Biblia al Día (NBD)

1. Cuando Acab le contó a Jezabel lo que había hecho Elías, y cómo había dado muerte a los profetas de Baal,

2. ella le envió este mensaje a Elías: «¡Te juro por mis dioses, que mañana, a esta misma hora, tú serás hombre muerto! ¡Así como mataste a mis profetas, yo te mataré a ti!»

3. Elías entonces huyó para salvar su vida. Se fue a Berseba, ciudad de Judá, y dejó a su siervo allí.

4. Luego se internó en el desierto. Después de caminar todo un día, se sentó bajo un arbusto, y sintió deseos de morir.«¡Basta! —le dijo al SEÑOR—. ¡Quítame la vida, pues no soy mejor que mis antepasados!»

5. Entonces se acostó y se quedó dormido bajo el arbusto. Pero mientras dormía, un ángel lo tocó y le dijo: «Levántate y come».

6. Él miró y vio que había un pan cocido sobre piedras calientes, y un cántaro de agua. Entonces comió, bebió y se acostó nuevamente.

7. Entonces el ángel del SEÑOR volvió, lo tocó y le dijo: «Levántate y come más, porque tienes un largo viaje por delante».

8. Entonces Elías se levantó, comió y bebió, y recobró suficientes fuerzas para viajar durante cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte Horeb, el monte de Dios.

9. Al llegar allí, se metió en una cueva, para pasar la noche.Pero el SEÑOR le dijo:—¿Qué haces aquí, Elías?

10. Él contestó:—Siento un ardiente amor por ti, Dios todopoderoso; me duele ver cómo el pueblo de Israel ha quebrantado el pacto contigo, ha derribado tus altares, ha dado muerte a tus profetas. ¡Sólo yo he quedado, y ahora están tratando de matarme a mí también!

11. —Sal y ponte delante de mí, en la montaña, pues voy a pasar por aquí —le dijo el SEÑOR.En ese momento, sopló un fuerte viento que azotó las montañas. Era tan terrible que hacía añicos las rocas y partía las montañas, pero el SEÑOR no estaba en el viento. Después del viento hubo un terremoto, pero el SEÑOR no estaba en el terremoto.

12. Y después del terremoto hubo fuego, pero el SEÑOR no estaba en el fuego. Y después del fuego se oyó un susurro suave y apacible.

13. Cuando Elías lo oyó, se cubrió el rostro con el manto, salió y estuvo parado a la entrada de la cueva.—¿Por qué estás aquí, Elías?

14. Él respondió nuevamente:—Siento un ardiente amor por ti, Dios todopoderoso; me duele ver cómo el pueblo de Israel ha quebrantado el pacto contigo, ha derribado tus altares y ha dado muerte a tus profetas. ¡Sólo yo he quedado, y ahora están tratando de matarme a mí también!

15. El SEÑOR le dijo:—Regresa a Damasco, por el camino del desierto, y cuando llegues unge a Jazael para que sea rey de Siria.

Leer capítulo completo 1 Reyes 19