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1 Reyes 18:38-46 Nueva Biblia al Día (NBD)

38. Entonces, repentinamente, descendió fuego del cielo y quemó el becerro, la leña, las piedras, el polvo, e hizo que se evaporara el agua que había en la zanja.

39. Y cuando los que estaban allí vieron esto, se inclinaron con sus rostros en tierra, gritando:—¡El SEÑOR es Dios! ¡El SEÑOR es Dios!

40. Entonces Elías les ordenó:—¡Agarren a todos los profetas de Baal! ¡Que ninguno escape!Ellos los atraparon a todos, y Elías los condujo al arroyo de Quisón, y allí los degolló.

41. Después Elías le dijo a Acab:—Ve y disfruta de una buena comida. Oigo que se acerca una tormenta.

42. Enseguida Acab se fue a comer y a beber. Pero Elías se subió a la cumbre del monte Carmelo y se arrodilló con su rostro entre las rodillas,

43. y le dijo a su siervo:—Ve y mira hacia el mar.Él fue y miró, y regresó y le dijo a Elías:—No se ve nada.Entonces Elías le dijo:—Ve siete veces.

44. Finalmente, a la séptima vez, el siervo le dijo:—Veo una pequeña nube, como del tamaño de una mano de hombre, que se levanta del mar.Entonces Elías gritó:—Corre a decirle a Acab que se suba a su carro y baje de la montaña o será detenido por la lluvia.

45. Poco después, el cielo se oscureció con nubes, y comenzó a soplar un viento que trajo una terrible tormenta. Acab salió apresuradamente hacia Jezrel.

46. Elías, por su parte, se amarró el manto con el cinturón, y echó a correr hacia Jezrel, y llegó primero que Acab, pues el SEÑOR, con su poder, fortaleció a Elías para que pudiera correr.

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