Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Reyes 1:36-42 Nueva Biblia al Día (NBD)

36. —¡Amén! Alabado sea Dios —contestó Benaías—.

37. Quiera el SEÑOR estar con Salomón como ha estado con usted, y quiera Dios que el reino de Salomón sea aún más grande que el del rey.

38. Entonces el sacerdote Sadoc, el profeta Natán, Benaías y la guardia personal de David llevaron a Salomón a Guijón, cabalgando sobre la mula de David.

39. En Guijón, Sadoc tomó el cuerno de aceite sagrado del santuario y lo derramó sobre Salomón. Luego hicieron sonar las trompetas, y todo el pueblo aclamó: «¡Viva el rey Salomón!»

40. Todos regresaron con Salomón a Jerusalén, celebrando gozosamente y con mucho alboroto.

41. Cuando Adonías y sus invitados estaban terminando su banquete, oyeron la conmoción y los gritos.—¿Qué es lo que pasa? —preguntó Joab—. ¿Por qué hay tanto alboroto en la ciudad?

42. Y mientras aún hablaba, Jonatán, el hijo del sacerdote Abiatar, llegó corriendo.—¡Pasa! —le dijo Adonías—. Tú eres un buen hombre, y debes tener buenas noticias.

Leer capítulo completo 1 Reyes 1