30. ¡Tiemble delante de él toda la tierra!Él creó el mundo y lo puso en su lugar, y el mundo no se moverá.
31. ¡Que los cielos estén alegres, que se regocije la tierra!Que todas las naciones digan: “¡El SEÑOR es quien reina!”.
32. »Bramen los vastos mares, regocíjese la campiña y lo que en ella hay.
33. Los árboles y los bosques canten de gozo delante del SEÑOR, porque él viene a juzgar al mundo.
34. »Den gracias al SEÑOR, porque él es bueno;su amor y su bondad continúan para siempre.
35. Clamen a él y díganle: “Sálvanos, Dios de nuestra salvación;permítenos regresar sin ningún contratiempo a nuestra tierra.Entonces expresaremos nuestra gratitud a tu Santo Nombre, y nos alegraremos en nuestra alabanza a ti”.
36. ¡Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, para siempre y por siempre jamás!»Y todos los presentes dijeron: «¡Amén!», y alabaron al SEÑOR.
37. David dispuso que Asaf y sus colegas levitas se encargaran del cuidado del cofre del pacto del SEÑOR, y de la celebración del culto delante de ella, de acuerdo con las instrucciones ya existentes.
38. David también nombró como porteros a Obed Edom hijo de Jedutún, Josá, y el otro Obed Edom, y sesenta y ocho de sus colegas.
39. Al sacerdote Sadoc y a sus compañeros los encargó del santuario del SEÑOR, que estaba en el cerro de Gabaón,
40. para que ofrecieran diariamente, sobre el altar, los sacrificios de la mañana y de la tarde, tal como el SEÑOR había ordenado a Israel.
41. David había designado también a Hemán, Jedutún y a varios otros, que había elegido por nombre, para que cantaran al SEÑOR el coro: «Su gran amor es eterno».
42. Usaban sus trompetas y címbalos para acompañar a los cantores con alabanzas a Dios en voz alta. Y los hijos de Jedutún fueron designados como porteros.
43. Por fin, se terminó la celebración, y la gente regresó a sus casas; también David fue a su casa para bendecir a su familia.