4. Pero es preciso que la perseverancia lleve a feliz término su empeño, para que ustedes sean perfectos, cabales e intachables.
5. Si alguno de ustedes anda escaso de sabiduría, pídasela a Dios, que reparte a todos con largueza y sin echarlo en cara, y él se la dará.
6. Pero debe pedirla confiadamente, sin dudar, pues quien duda se parece a las olas del mar, que van y vienen agitadas por el viento.
7. Nada puede esperar de Dios una persona así,
8. indecisa e inconstante en todo cuanto emprende.
9. El hermano de humilde condición debe sentirse orgulloso de su dignidad.