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Romanos 5:5-13 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

5. Una esperanza que no decepciona, porque al darnos el Espíritu Santo, Dios nos ha inundado con su amor el corazón.

6. Carecíamos de fuerzas, pero Cristo murió por los culpables en el momento señalado.

7. Difícil cosa es afrontar la muerte, aunque sea en favor de una persona buena; no obstante, por una buena causa, tal vez alguien estaría dispuesto a morir.

8. Pues bien, Dios nos ha dado la mayor prueba de su amor haciendo morir a Cristo por nosotros cuando aún éramos pecadores.

9. Pues ahora que, por la muerte de Cristo, Dios nos ha restablecido en su amistad, con mayor razón por el mismo Cristo nos librará del castigo.

10. Y si, siendo enemigos, Dios nos reconcilió consigo mediante la muerte de su Hijo, con mayor razón, ya reconciliados, nos liberará y nos hará participar de su vida.

11. Más aún: el mismo Jesucristo, Señor nuestro, artífice de la obra reconciliadora en el momento presente, hace que nos sintamos orgullosos de Dios.

12. Fue el ser humano* el que introdujo el pecado* en el mundo, y con el pecado la muerte. Y como todos pecaron, de todos se adueñó la muerte.

13. Antes que se promulgara la ley, ya existía el pecado en el mundo, pero al no haber ley, tampoco el pecado podía ser sancionado.

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