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Romanos 15:2-19 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

2. Que cada uno de nosotros procure agradar a los demás, buscando su bien y su crecimiento en la fe.

3. Porque tampoco Cristo buscó su propia satisfacción; al contrario, como dice la Escritura: los insultos de quienes te insultan han caído sobre mí.

4. Y lo que dice la Escritura se escribió para enseñanza nuestra, a fin de que, uniendo nuestra constancia al consuelo que proporcionan las Escrituras, mantengamos la esperanza.

5. Ojalá que Dios, la fuente de la constancia y del consuelo, les conceda a ustedes vivir en mutua armonía, según el ejemplo de Cristo,

6. para que todos ustedes juntos y a una sola voz alaben a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo.

7. Acójanse, pues, unos a otros, como Cristo los acogió a ustedes para gloria de Dios.

8. Porque les digo que Cristo se hizo servidor de los judíos para mostrar que Dios es fiel al confirmar las promesas hechas a los antepasados,

9. y al hacer que las naciones glorifiquen a Dios por su misericordia, como dice la Escritura: Por eso te alabaré en medio de las naciones y cantaré himnos en tu honor.

10. Y dice también: Alégrense, naciones, juntamente con el pueblo de Dios.

11. Y de nuevo: Alaben al Señor todas las naciones, que todos los pueblos celebren su grandeza.

12. Y añade Isaías: Surgirá un descendiente de la familia de Jesé ; se alzara para gobernar a los pueblos y en él pondrán las naciones su esperanza.

13. Que el Dios de la esperanza llene de alegría y paz la fe que ustedes tienen, para que desborden de esperanza sostenidos por la fuerza del Espíritu.

14. Por lo demás, hermanos míos, estoy convencido de que ustedes rebosan bondad y están repletos de ese conocimiento gracias al cual pueden aconsejarse unos a otros.

15. Me he atrevido, sin embargo, a escribirles con cierta audacia, tratando de refrescar su propia memoria. Lo hago amparado en el privilegio que Dios me ha concedido,

16. de ser ministro de Cristo Jesús entre las naciones, ejerciendo el oficio sagrado* de anunciar la buena noticia* de Dios, a fin de que los paganos se presenten como ofrenda agradable a Dios, consagrada por el Espíritu Santo.

17. Tengo, pues, motivos para enorgullecerme como cristiano en lo que atañe al servicio de Dios.

18. Y eso hablando únicamente —a más no me atrevo— de lo que Cristo ha llevado a cabo sirviéndose de mí para hacer que los paganos respondan a la fe. Se ha valido para ello de palabras y acciones,

19. de señales y prodigios, y de la fuerza del Espíritu. De este modo, desde Jerusalén y viajando en todas direcciones hasta llegar a Iliria, he proclamado a fondo el mensaje evangélico de Cristo.

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