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Romanos 15:11-22 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

11. Y de nuevo: Alaben al Señor todas las naciones, que todos los pueblos celebren su grandeza.

12. Y añade Isaías: Surgirá un descendiente de la familia de Jesé ; se alzara para gobernar a los pueblos y en él pondrán las naciones su esperanza.

13. Que el Dios de la esperanza llene de alegría y paz la fe que ustedes tienen, para que desborden de esperanza sostenidos por la fuerza del Espíritu.

14. Por lo demás, hermanos míos, estoy convencido de que ustedes rebosan bondad y están repletos de ese conocimiento gracias al cual pueden aconsejarse unos a otros.

15. Me he atrevido, sin embargo, a escribirles con cierta audacia, tratando de refrescar su propia memoria. Lo hago amparado en el privilegio que Dios me ha concedido,

16. de ser ministro de Cristo Jesús entre las naciones, ejerciendo el oficio sagrado* de anunciar la buena noticia* de Dios, a fin de que los paganos se presenten como ofrenda agradable a Dios, consagrada por el Espíritu Santo.

17. Tengo, pues, motivos para enorgullecerme como cristiano en lo que atañe al servicio de Dios.

18. Y eso hablando únicamente —a más no me atrevo— de lo que Cristo ha llevado a cabo sirviéndose de mí para hacer que los paganos respondan a la fe. Se ha valido para ello de palabras y acciones,

19. de señales y prodigios, y de la fuerza del Espíritu. De este modo, desde Jerusalén y viajando en todas direcciones hasta llegar a Iliria, he proclamado a fondo el mensaje evangélico de Cristo.

20. Eso sí, hice siempre cuestión de amor propio proclamar ese mensaje allí donde Cristo era aún desconocido; nunca quise edificar sobre cimiento ajeno,

21. para que se cumpla la Escritura: Los que no tenían noticia de él, podrán ver, y los que nada habían oído de él, entenderán.

22. Ha sido precisamente esta tarea la que una y otra vez me ha impedido visitarlos.

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