Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Mateo 8:18-26 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

18. Viendo Jesús que lo rodeaba una gran multitud, mandó que lo llevaran a la otra orilla del lago.

19. Allí se le acercó un maestro de la ley, que le dijo:—Maestro, estoy dispuesto a seguirte adondequiera que vayas.

20. Jesús le contestó:—Las zorras tienen guaridas y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre ni siquiera tiene dónde recostar la cabeza.

21. Otro que ya era discípulo suyo le dijo:—Señor, permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre.

22. Jesús le contestó:—Sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos.

23. Subió Jesús a una barca acompañado de sus discípulos,

24. cuando de pronto se levantó en el lago una tempestad tan violenta que las olas cubrían la barca. Pero Jesús se había quedado dormido.

25. Los discípulos se acercaron a él y lo despertaron, diciendo:—¡Señor, sálvanos! ¡Estamos a punto de perecer!

26. Jesús les dijo:—¿A qué viene ese miedo? ¿Por qué es tan débil su fe?Entonces se levantó, increpó a los vientos y al lago y todo quedó en calma.

Leer capítulo completo Mateo 8