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Mateo 26:57-64 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

57. Los que habían apresado a Jesús lo llevaron a casa de Caifás, el sumo sacerdote, donde se hallaban reunidos los maestros de la ley y los ancianos.

58. Pedro, que lo había seguido de lejos hasta la mansión del sumo sacerdote, entró también y se sentó junto a los criados para ver en qué terminaba todo aquello.

59. Los jefes de los sacerdotes y el pleno del Consejo Supremo andaban buscando un testimonio falso contra Jesús para condenarlo a muerte.

60. Pero no lo encontraban, a pesar de los muchos testigos falsos que comparecían ante ellos. Finalmente comparecieron dos,

61. que dijeron:—Este ha afirmado: «Yo puedo derribar el Templo de Dios y reconstruirlo en tres días».

62. Levantándose entonces el sumo sacerdote, dijo a Jesús:—¿No tienes nada que alegar a lo que estos testifican contra ti?

63. Pero Jesús permaneció en silencio. Entonces el sumo sacerdote le conminó:—¡En nombre del Dios vivo, te exijo que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios!

64. Jesús le respondió:—Tú lo has dicho*. Y añadiré que más adelante verán al Hijo del hombre sentado junto al Todopoderoso y viniendo sobre las nubes del cielo.

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