Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Mateo 24:32-43 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

32. Fíjense en el ejemplo de la higuera: cuando ustedes ven que sus ramas se ponen tiernas y comienzan a brotarles las hojas, conocen que el verano se acerca.

33. Pues de la misma manera, cuando vean todo esto que les anuncio, sepan que el fin está cerca, a las puertas.

34. Les aseguro que no pasará la actual generación sin que todo esto acontezca.

35. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

36. En cuanto al día y la hora, nadie sabe nada, ni los ángeles del cielo ni el Hijo; solamente el Padre lo sabe.

37. La venida del Hijo del hombre puede compararse a lo que sucedió en tiempos de Noé.

38. Porque en los días anteriores al diluvio y hasta el momento en que Noé entró en el arca, la gente no dejó de comer, beber y de casarse.

39. Nadie llegó a sospechar nada hasta que el diluvio los barrió a todos. Lo mismo será cuando venga el Hijo del hombre.

40. Dos hombres estarán entonces trabajando en el campo; a uno se lo llevarán y dejarán al otro.

41. Dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y dejarán a la otra.

42. Esten, pues, vigilantes, ya que no saben en qué día vendrá el Señor.

43. Piensen que si el amo de la casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, vigilaría para impedir que le perforen la casa.

Leer capítulo completo Mateo 24