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Mateo 15:24-34 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

24. Jesús entonces dijo:—Dios me ha enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.

25. Pero la mujer, poniéndose de rodillas delante de Jesús, le suplicó:—¡Señor, ayúdame!

26. Él le contestó:—No está bien quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perros.

27. Ella dijo:—Es cierto, Señor; pero también los cachorrillos comen las migajas que caen de la mesa de sus amos.

28. Entonces Jesús le respondió:—¡Grande es tu fe, mujer! ¡Que se haga lo que deseas!Y su hija quedó curada en aquel mismo instante.

29. Marchando de allí, Jesús se dirigió a la orilla del lago de Galilea. Cuando llegó, subió al monte y se sentó.

30. Se le acercó mucha gente, trayendo consigo cojos, ciegos, tullidos, mudos y otros muchos enfermos. Los pusieron a los pies de Jesús, y él los curó a todos.

31. La gente estaba asombrada al ver que los mudos hablaban, los tullidos recobraban la salud, los cojos andaban y los ciegos veían. Y todos alabaron al Dios de Israel.

32. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:—Me da lástima esta gente. Ya hace tres días que están conmigo y no tienen nada que comer. No quiero que se vayan en ayunas, no sea que desfallezcan por el camino.

33. Los discípulos le dijeron:—¿No ves que estamos en un lugar apartado? ¿De dónde vamos a sacar suficiente pan para dar de comer a toda esta gente?

34. Jesús les preguntó:—¿Cuántos panes tienen?Ellos contestaron:—Siete y unos cuantos peces.

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