18. En cambio, lo que sale de la boca procede del corazón, y eso es lo que hace impura a la persona.
19. Porque del corazón proceden las malas intenciones, los asesinatos, los adulterios, las inmoralidades sexuales, los robos, las calumnias y las blasfemias.
20. Todo esto es lo que hace impura a una persona, y no el sentarse a comer sin haberse lavado las manos.
21. Jesús salió de aquel lugar y se dirigió a la comarca de Tiro y Sidón.
22. En esto, una mujer cananea que vivía por aquellos lugares vino a su encuentro gritando:—¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí! Mi hija está poseída por un demonio que la atormenta terriblemente.