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Mateo 13:41-53 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

41. El Hijo del hombre enviará entonces a sus ángeles, y ellos recogerán de su reino a todos los que son causa de pecado y a los que hacen el mal,

42. y los arrojarán al horno encendido*, donde llorarán y les rechinarán los dientes.

43. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. Quien pueda entender esto, que lo entienda.

44. El reino de los cielos puede compararse a un tesoro escondido en un campo. El que lo encuentra, lo primero que hace es esconderlo de nuevo; luego, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra aquel campo.

45. También puede compararse el reino de los cielos a un comerciante que busca perlas finas.

46. Cuando encuentra una de mucho valor, va a vender todo lo que tiene y la compra.

47. El reino de los cielos puede compararse también a una red lanzada al mar, que se llena de toda clase de peces.

48. Cuando la red está llena, los pescadores la arrastran a la orilla y se sientan a seleccionarlos: ponen los buenos en cestos y desechan los malos.

49. Así sucederá al fin del mundo: los ángeles saldrán a separar a los malos de los buenos.

50. Y arrojarán a los malos al horno encendido donde llorarán y les rechinarán los dientes.

51. [Jesús les preguntó:]—¿Han entendido todo esto?Ellos contestaron:—Sí.

52. Y él añadió:—Cuando un maestro de la ley se hace discípulo del reino de los cielos, viene a ser como un amo de casa que de sus pertenencias saca cosas nuevas y cosas viejas.

53. Cuando Jesús terminó de contar estas parábolas, marchó de allí

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