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Mateo 13:16-30 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

16. En cuanto a ustedes, felices sus ojos por lo que ven y sus oídos por lo que oyen.

17. Les aseguro que muchos profetas y muchos justos desearon ver lo que ustedes están viendo, y no lo vieron, y oír lo que ustedes están oyendo, y no lo oyeron.

18. Escuchen, pues, lo que significa la parábola del sembrador:

19. Hay quien oye el mensaje del Reino, pero no le presta atención; llega el maligno y le arranca lo que tenía sembrado en el corazón; es como la semilla que cayó al borde del camino.

20. Hay quien es como la semilla que cayó en terreno pedregoso: oye el mensaje y de momento lo recibe con alegría;

21. pero no tiene raíces y es voluble; así que, cuando le llegan pruebas o persecuciones a causa del propio mensaje, al punto sucumbe.

22. Hay quien es como la semilla que cayó entre cardos: oye el mensaje, pero los problemas de la vida y el apego a las riquezas lo ahogan y no le dejan dar fruto.

23. Pero hay quien es como la semilla que cayó en tierra fértil: oye el mensaje, le presta atención y da fruto al ciento, al sesenta o al treinta por uno.

24. Jesús les contó después esta otra parábola:—El reino de los cielos puede compararse a un hombre que había sembrado buena semilla en su campo.

25. Pero mientras todos dormían, llegó su enemigo, sembró cizaña entre el trigo y se marchó.

26. Cuando el trigo germinó y se formó la espiga, apareció también la cizaña.

27. Los criados se dirigieron entonces al amo del campo y le dijeron: «Señor, ¿cómo es que hay cizaña en el campo, si la semilla que sembraste era buena?».

28. El amo les contestó: «Alguien que no me quiere bien ha hecho esto». Los criados le propusieron: «Si te parece, iremos a arrancar la cizaña».

29. Pero él les dijo: «No lo hagan ahora, no sea que, por arrancar la cizaña, arranquen también el trigo.

30. Déjenlos crecer juntos hasta el tiempo de la siega. Entonces encargaré a los segadores que corten primero la cizaña y la aten en manojos para quemarla, y que luego guarden el trigo en mi granero».

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