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Marcos 8:29-35 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

29. Jesús volvió a preguntarles:—Y ustedes, ¿quién dicen que soy?Entonces Pedro declaró:—¡Tú eres el Mesías!

30. Pero Jesús les mandó que no hablaran a nadie sobre él.

31. Entonces Jesús empezó a explicarles que el Hijo del hombre tenía que sufrir mucho; que había de ser rechazado por los ancianos del pueblo, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley; que luego lo matarían, pero que al tercer día resucitaría.

32. Les hablaba con toda claridad. Pedro entonces, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo.

33. Pero Jesús se volvió y, mirando a sus discípulos, reprendió a su vez a Pedro, diciéndole:—¡Apártate de mí, Satanás! ¡Tú no piensas como piensa Dios, sino como piensa la gente!

34. Luego Jesús convocó a la gente y a sus propios discípulos y les dijo:—Si alguno quiere ser discípulo mío, deberá olvidarse de sí mismo, cargar con su cruz y seguirme.

35. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que entregue su vida por mi causa* y por la causa de la buena noticia, ese la salvará.

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