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Lucas 8:49-56 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

49. Aún estaba hablando Jesús, cuando llegó uno de casa del jefe de la sinagoga a decirle a este:—Tu hija ha muerto. No molestes más al Maestro.

50. Pero Jesús, que lo había oído, le dijo a Jairo:—No tengas miedo. ¡Solo ten fe, y ella se salvará!

51. Fueron, pues, a la casa, y Jesús entró, sin permitir que nadie lo acompañara, excepto Pedro, Juan, Santiago y los padres de la niña.

52. Todos estaban llorando y haciendo duelo por la muerte de la niña. Jesús les dijo:—No lloren, pues no está muerta; está dormida.

53. Pero todos se burlaban de Jesús porque sabían que la niña había muerto.

54. Jesús, tomándola de la mano, exclamó:—¡Muchacha, levántate!

55. Y el espíritu volvió a la niña, que al instante se levantó. Y Jesús ordenó que le dieran de comer.

56. Los padres se quedaron atónitos, pero Jesús les encargó que no contaran a nadie lo que había sucedido.

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