51. Pero Jesús dijo:—¡Déjenlo! ¡Basta ya!Enseguida tocó la oreja herida y la curó.
52. Luego dijo a los jefes de los sacerdotes, a los oficiales de la guardia del Templo y a los ancianos que habían salido contra él:—¿Por qué han venido a buscarme con espadas y garrotes, como si fuera un ladrón?
53. Todos los días he estado entre ustedes en el Templo, y no me detuvieron. ¡Pero esta es la hora de ustedes, la hora del poder de las tinieblas!
54. Apresaron, pues, a Jesús, se lo llevaron y lo introdujeron en la casa del sumo sacerdote. Pedro iba detrás a cierta distancia.
55. En medio del patio de la casa habían encendido fuego, y estaban sentados en torno a él; también Pedro estaba sentado entre ellos.
56. En esto llegó una criada que, viendo a Pedro junto al fuego, se quedó mirándolo fijamente y dijo:—Este también estaba con él.
57. Pedro lo negó, diciendo:—Mujer, ni siquiera lo conozco.
58. Poco después lo vio otro, que dijo:—También tú eres uno de ellos.Pedro replicó:—No lo soy, amigo.
59. Como cosa de una hora más tarde, un tercero aseveró:—Seguro que este estaba con él, pues es galileo.
60. Entonces Pedro exclamó:—¡Amigo, no sé qué estás diciendo!Todavía estaba Pedro hablando, cuando cantó un gallo.
61. En aquel momento, el Señor se volvió y miró a Pedro. Se acordó Pedro de que el Señor le había dicho: «Hoy mismo, antes que cante el gallo, me habrás negado tres veces»
62. y, saliendo, lloró amargamente.
63. Los hombres que custodiaban a Jesús se burlaban de él y lo golpeaban.
64. Tapándole los ojos, le decían:—¡Adivina quién te ha pegado!
65. Y proferían contra él toda clase de insultos.
66. Cuando se hizo de día, se reunieron los ancianos del pueblo, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley, y llevaron a Jesús ante el Consejo Supremo.
67. Allí le preguntaron:—¿Eres tú el Mesías? ¡Dínoslo de una vez!Jesús contestó:—Aunque se lo diga a ustedes, no me van a creer;
68. y si les hago preguntas, no me van a contestar.
69. Sin embargo, desde ahora mismo, el Hijo del hombre estará sentado junto a Dios todopoderoso.