5. Al llegar Jesús a aquel lugar, miró hacia arriba, vio a Zaqueo y le dijo:—Zaqueo, baja enseguida, porque es preciso que hoy me hospede en tu casa.
6. Zaqueo bajó a toda prisa, y lleno de alegría recibió en su casa a Jesús.
7. Al ver esto, todos se pusieron a murmurar diciendo:—Este se aloja en casa de un hombre de mala reputación.
8. Zaqueo, por su parte, se puso en pie y, dirigiéndose al Señor, dijo:—Señor, estoy decidido a dar a los pobres la mitad de mis bienes y a devolver cuatro veces más a los que haya defraudado en algo.
9. Entonces Jesús le dijo:—Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también este es descendiente de Abrahán.
10. En efecto, el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.
11. Estaba la gente escuchando a Jesús y les contó otra parábola, pues se hallaba cerca de Jerusalén y ellos creían que el reino de Dios estaba a punto de manifestarse.
12. Así que les dijo:—Un hombre de familia noble se fue a un país lejano para recibir la investidura real y regresar después.
13. Antes de partir, llamó a diez criados suyos y a cada uno le entregó una cantidad de dinero, diciéndoles: «Negocien con este dinero en tanto que yo regreso».
14. Pero como sus conciudadanos lo odiaban, a espaldas suyas enviaron una delegación con este mensaje: «No queremos que ese reine sobre nosotros».
15. Sin embargo, él recibió la investidura real. A su regreso mandó llamar a los criados a quienes había entregado el dinero, para saber cómo habían negociado con él.
16. Se presentó, pues, el primero de ellos y dijo: «Señor, tu capital ha producido diez veces más».
17. El rey le contestó: «Está muy bien. Has sido un buen administrador. Y porque has sido fiel en lo poco, yo te encomiendo el gobierno de diez ciudades».
18. Después se presentó el segundo criado y dijo: «Señor, tu capital ha producido cinco veces más».