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Lucas 13:17-28 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

17. Al decir Jesús esto, todos sus adversarios quedaron avergonzados. Por su parte, el pueblo se alegraba de las obras prodigiosas que él hacía.

18. Decía Jesús:—¿Con qué puede compararse el reino de Dios? ¿Con qué lo compararé?

19. Puede compararse al grano de mostaza que un hombre sembró en su huerto, y que luego creció y se hizo como un árbol, entre cuyas ramas anidaron los pájaros.

20. Dijo también:—¿A qué compararé el reino de Dios?

21. Puede compararse a la levadura que toma una mujer y la mezcla con tres medidas de harina para que fermente toda la masa.

22. De camino a Jerusalén, Jesús enseñaba a la gente de los pueblos y aldeas por donde pasaba.

23. Una vez, uno le preguntó:—Señor, ¿son pocos los que se salvan?Jesús les dijo:

24. —Esfuércense en entrar por la puerta estrecha, porque les digo que muchos intentarán entrar, pero no podrán.

25. Después que el amo de la casa se levante y cierre la puerta, los que de ustedes hayan quedado fuera comenzarán a golpear la puerta diciendo: «¡Señor, ábrenos!». Pero él les contestará: «No sé de dónde son ustedes».

26. Entonces dirán: «¡Nosotros hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas!».

27. Pero él les replicará: «¡No sé de dónde son ustedes! ¡Apártense de mí todos ustedes que se pasan la vida haciendo el mal!».

28. Allí llorarán y les rechinarán los dientes cuando vean a Abrahán, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, mientras ustedes son arrojados afuera.

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