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Lucas 11:37-47 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

37. Cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer en su casa. Jesús aceptó la invitación y se sentó a la mesa.

38. El fariseo, que estaba observándolo, se quedó extrañado de que Jesús no cumpliera el precepto de lavarse las manos antes de comer.

39. Entonces el Señor le dijo:—Ustedes los fariseos limpian la copa y la bandeja por fuera, pero por dentro están llenos de rapacidad y maldad.

40. ¡Insensatos! ¿Acaso el que hizo lo de fuera no hizo también lo de dentro?

41. Den limosna de lo que tienen dentro, y de ese modo todo quedará limpio en ustedes.

42. ¡Ay de ustedes, fariseos, que ofrecen a Dios el diezmo de la menta, de la ruda y de toda clase de hortalizas, pero no se preocupan de mantener la justicia y el amor a Dios! Esto último es lo que deberían hacer, aunque sin descuidar lo otro.

43. ¡Ay de ustedes, fariseos, que les gusta ocupar los lugares preferentes en las sinagogas y ser saludados en público!

44. ¡Ay de ustedes, que son como sepulcros ocultos a la vista, sobre los que pisa la gente sin saberlo!

45. Uno de los doctores de la ley le contestó:—Maestro, diciendo esto nos ofendes también a nosotros.

46. Pero Jesús continuó:—¡Ay también de ustedes, doctores de la ley, que cargan a los demás con cargas insoportables que ustedes mismos no están dispuestos a tocar ni siquiera con un dedo!

47. ¡Ay de ustedes, que construyen monumentos funerarios en memoria de los profetas asesinados por sus propios antepasados!

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