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Lucas 11:20-30 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

20. Ahora bien, si yo expulso los demonios por el poder de Dios, es que el reino de Dios ya les ha llegado a ustedes.

21. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su mansión, su propiedad está segura;

22. pero si otro más fuerte que él llega y lo vence, entonces le quita las armas en las que confiaba y reparte como botín todos sus bienes.

23. El que no está a favor mío, está contra mí; el que conmigo no recoge, desparrama.

24. Cuando un espíritu impuro sale de una persona y anda errante por lugares desiertos en busca de descanso y no lo encuentra, se dice a sí mismo: «Regresaré a mi casa, de donde salí».

25. Y si, al llegar, la encuentra barrida y arreglada,

26. va, reúne a otros siete espíritus peores que él y todos juntos se meten a vivir allí, de manera que la situación de esa persona resulta peor al final que al principio.

27. Mientras Jesús decía estas cosas, una mujer que estaba entre la gente exclamó:—¡Feliz la mujer que te dio a luz y te crió a sus pechos!

28. Jesús le contestó:—Felices, más bien, los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica.

29. Como había seguido reuniéndose mucha gente a su alrededor, Jesús volvió a tomar la palabra y dijo:—Esta gente es mala. Pide una señal milagrosa, pero no tendrá más señal que la del profeta Jonás.

30. Como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, así también el Hijo del hombre será una señal para esta gente.

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