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Lucas 1:34-45 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

34. María replicó al ángel:—Yo no tengo relaciones conyugales con nadie; ¿cómo, pues, podrá sucederme esto?

35. El ángel le contestó:—El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Dios Altísimo te envolverá. Por eso, el niño que ha de nacer será santo, será Hijo de Dios.

36. Mira, si no, a Elisabet, tu parienta: también ella va a tener un hijo en su ancianidad; la que consideraban estéril, está ya de seis meses,

37. porque para Dios no hay nada imposible.

38. María dijo:—Yo soy la esclava del Señor. Que él haga conmigo como dices.Entonces el ángel la dejó y se fue.

39. Por aquellos mismos días María se puso en camino y, a toda prisa, se dirigió a un pueblo de la región montañosa de Judá.

40. Entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet.

41. Y sucedió que, al oír Elisabet el saludo de María, el niño que llevaba en su vientre saltó de alegría. Elisabet quedó llena del Espíritu Santo,

42. y exclamó con gritos alborozados:—¡Dios te ha bendecido más que a ninguna otra mujer, y ha bendecido también al hijo que está en tu vientre!

43. Pero ¿cómo se me concede que la madre de mi Señor venga a visitarme?

44. Porque, apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre.

45. ¡Feliz tú, porque has creído que el Señor cumplirá las promesas que te ha hecho!

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