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Juan 7:31-43 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

31. Mucha gente creyó en él y comentaba:—Cuando venga el Mesías, ¿hará, acaso, más milagros que los que este hace?

32. Llegó a oídos de los fariseos lo que la gente comentaba sobre Jesús y, puestos de acuerdo con los jefes de los sacerdotes, enviaron a los guardias del Templo con orden de apresarlo.

33. Pero Jesús les dijo:—Todavía estaré con ustedes un poco de tiempo; después volveré al que me envió.

34. Me buscarán, pero no me encontrarán, porque no podrán ir a donde yo he de estar.

35. Los judíos comentaban entre sí:—¿A dónde pensará ir este para que nosotros no seamos capaces de encontrarlo? ¿Tendrá intención de ir con los judíos que viven dispersos entre los griegos, con el fin de anunciar a los griegos su mensaje?

36. ¿Qué habrá querido decir con esas palabras: «Me buscarán, pero no me encontrarán, porque no podrán ir a donde yo he de estar»?

37. El último día, el más solemne de la fiesta, Jesús, puesto en pie, proclamó en alta voz:—Si alguien tiene sed, que venga a mí y que beba

38. el que cree en mí. La Escritura dice que de sus entrañas brotarán ríos de agua viva.

39. Decía esto refiriéndose al Espíritu que habían de recibir los que creyeran en él. El Espíritu, en efecto, no se había hecho presente todavía, porque Jesús aún no había sido glorificado.

40. Algunos de los que estaban escuchando estas palabras afirmaban:—Seguro que este es el profeta esperado.

41. Otros decían:—Este es el Mesías.Otros, por el contrario, replicaban:—¿Pero es que el Mesías puede venir de Galilea?

42. ¿No afirma la Escritura que el Mesías tiene que ser de la familia de David y de Belén, el pueblo de David?

43. Así que la gente andaba dividida por causa de Jesús.

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