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Juan 7:27-36 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

27. Pero cuando aparezca el Mesías, nadie sabrá de dónde viene; en cambio, sí sabemos de dónde viene este.

28. A lo que Jesús, que estaba enseñando en el Templo, replicó:—¿De manera que ustedes me conocen y saben de dónde soy? Sin embargo, yo no he venido por mi propia cuenta, sino que he sido enviado por aquel que es veraz y a quien ustedes no conocen.

29. Yo sí lo conozco, porque de él vengo y es él quien me ha enviado.

30. Intentaron entonces prenderlo, pero nadie se atrevió a ponerle la mano encima, porque todavía no había llegado su hora.

31. Mucha gente creyó en él y comentaba:—Cuando venga el Mesías, ¿hará, acaso, más milagros que los que este hace?

32. Llegó a oídos de los fariseos lo que la gente comentaba sobre Jesús y, puestos de acuerdo con los jefes de los sacerdotes, enviaron a los guardias del Templo con orden de apresarlo.

33. Pero Jesús les dijo:—Todavía estaré con ustedes un poco de tiempo; después volveré al que me envió.

34. Me buscarán, pero no me encontrarán, porque no podrán ir a donde yo he de estar.

35. Los judíos comentaban entre sí:—¿A dónde pensará ir este para que nosotros no seamos capaces de encontrarlo? ¿Tendrá intención de ir con los judíos que viven dispersos entre los griegos, con el fin de anunciar a los griegos su mensaje?

36. ¿Qué habrá querido decir con esas palabras: «Me buscarán, pero no me encontrarán, porque no podrán ir a donde yo he de estar»?

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