Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Juan 20:23-28 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

23. A quienes perdonen los pecados, les quedarán perdonados; a quienes no se los perdonen, les quedarán sin perdonar.

24. Tomás, uno del grupo de los doce, a quien llamaban «el Mellizo», no estaba con ellos cuando se les presentó Jesús.

25. Así que le dijeron los otros discípulos:—Hemos visto al Señor.A lo que Tomás contestó:—Si no veo en sus manos la señal de los clavos; más aún, si no meto mi dedo en la señal dejada por los clavos y mi mano en la herida del costado, no lo creeré.

26. Ocho días después, se hallaban también reunidos en casa los discípulos, y Tomás con ellos. Aunque tenían las puertas bien cerradas, Jesús se presentó allí en medio y les dijo:—La paz esté con ustedes.

27. Después dijo a Tomás:—Trae aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en la herida de mi costado. Y no seas incrédulo, sino creyente.

28. Tomás contestó:—¡Señor mío y Dios mío!

Leer capítulo completo Juan 20