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Hechos 8:25-31 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

25. Una vez que Pedro y Juan cumplieron su misión de testigos y proclamaron el mensaje del Señor, emprendieron el regreso a Jerusalén, anunciando de paso la buena noticia en muchas poblaciones samaritanas.

26. Un ángel del Señor* dio a Felipe estas instrucciones:—Ponte en camino y dirígete hacia el sur por la ruta que va desde Jerusalén hasta Gaza, la ruta del desierto.

27. Felipe partió sin pérdida de tiempo. A poco divisó a un hombre, que resultó ser un eunuco* etíope*, alto funcionario de Candace, reina de Etiopía, de cuyo tesoro era administrador general. Había venido en peregrinación a Jerusalén

28. y ahora, ya de regreso, iba sentado en su carro leyendo el libro del profeta Isaías.

29. El Espíritu dijo a Felipe:—Adelántate y acércate a ese carro.

30. Felipe corrió hacia el carro y, al oír que su ocupante leía al profeta Isaías, le preguntó:—¿Entiendes lo que estás leyendo?

31. El etíope respondió:—¿Cómo puedo entenderlo si nadie me lo explica?E invitó a Felipe a subir al carro y sentarse a su lado.

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