24. Sus argumentos persuadieron a algunos; otros, sin embargo, rehusaron creer.
25. Se disponían ya a salir, sin haberse puesto de acuerdo entre ellos mismos, cuando Pablo les dirigió estas palabras:—Con razón dijo el Espíritu Santo a sus antepasados por medio del profeta Isaías:
26. Ve a decir a este pueblo: «Escucharán, pero no entenderán; mirarán, pero no verán».
27. Porque el corazón de este pueblo está embotado. Son duros de oído y tienen cerrados los ojos para no ver, ni oír, ni entender, ni convertirse a mí para que yo los cure .