Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 28:21-31 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

21. Los presentes le contestaron:—No hemos recibido carta alguna respecto a ti desde Judea, ni ha venido ningún hermano a traernos malos informes sobre ti.

22. Pero desearíamos que nos expusieras tus ideas, pues en cuanto a esa secta, lo único que sabemos es que en todas partes encuentra oposición.

23. Fijaron, pues, una entrevista con él y acudieron muchos a su residencia. Desde la mañana hasta la tarde estuvo exponiéndoles el reino de Dios y, basándose en la ley de Moisés y en los escritos proféticos, trató de convencerlos acerca de Jesús.

24. Sus argumentos persuadieron a algunos; otros, sin embargo, rehusaron creer.

25. Se disponían ya a salir, sin haberse puesto de acuerdo entre ellos mismos, cuando Pablo les dirigió estas palabras:—Con razón dijo el Espíritu Santo a sus antepasados por medio del profeta Isaías:

26. Ve a decir a este pueblo: «Escucharán, pero no entenderán; mirarán, pero no verán».

27. Porque el corazón de este pueblo está embotado. Son duros de oído y tienen cerrados los ojos para no ver, ni oír, ni entender, ni convertirse a mí para que yo los cure .

28. Sepan, pues —añadió Pablo—, que el mensaje salvador de Dios ha sido ofrecido a los no judíos; ellos sí que le prestarán atención.

29. [Al pronunciar Pablo estas palabras, los judíos se marcharon discutiendo entre sí acaloradamente].

30. Pablo vivió dos años enteros en una casa alquilada por él mismo, y allí recibía a cuantos iban a visitarlo.

31. Podía anunciar el reino de Dios sin impedimento y enseñar con plena libertad cuanto se refiere a Jesucristo, el Señor.

Leer capítulo completo Hechos 28