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Hechos 26:14-20 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

14. Todos caímos al suelo, y yo escuché una voz que me decía en arameo*: «Saúl*, Saúl, ¿por qué me persigues? Te va a resultar duro dar coces contra el aguijón».

15. Entonces pregunté: «¿Quién eres, Señor?». Y el Señor respondió: «Soy Jesús, a quien tú persigues.

16. Anda, levántate y ponte en pie; me he aparecido a ti para hacerte mi servidor y para que des testimonio de haberme visto y de lo que aún tengo que mostrarte.

17. Yo te libraré del pueblo judío y también de las naciones extranjeras, a las que he de enviarte

18. para que les abras los ojos del entendimiento, les hagas pasar de las tinieblas a la luz y del imperio de Satanás a Dios. De este modo, por medio de la fe en mí, alcanzarán el perdón de los pecados y la herencia que corresponde a los que Dios ha consagrado para sí».

19. Yo, pues, rey Agripa, no desobedecí aquella visión celestial,

20. sino que me dirigí en primer lugar a los habitantes de Damasco, y luego a los de Jerusalén, a los de todo el país judío y a los de las naciones extranjeras, proclamando la necesidad de convertirse, de volver a Dios y de observar una conducta propia de gente convertida.

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