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Hechos 25:10-20 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

10. Pablo respondió:—Apelo al tribunal del emperador, que es donde debo ser juzgado. No he cometido ningún delito contra los judíos, como tú bien sabes.

11. Si verdaderamente soy culpable y he cometido alguna acción que me haga reo de muerte, no me niego a morir. Pero si los cargos que se me hacen carecen de fundamento, nadie puede entregarme a los judíos. Apelo, pues, al emperador.

12. Festo cambió impresiones con sus consejeros y respondió:—Al emperador has apelado, al emperador irás.

13. Transcurridos unos días, llegaron a Cesarea el rey Agripa y Berenice para saludar a Festo.

14. Como se quedaron allí bastantes días, Festo tuvo tiempo de referir al rey el asunto de Pablo.—Aquí hay un hombre —dijo— a quien Félix dejó preso.

15. Cuando fui a Jerusalén, los jefes de los sacerdotes y los demás dirigentes judíos presentaron una denuncia contra él y pidieron su condena.

16. Les contesté que no es norma legal romana condenar a un acusado sin previo careo con sus acusadores y sin darle oportunidad para defenderse de los cargos.

17. Vinieron entonces aquí y, al día siguiente, sin demora alguna, ocupé mi puesto en el tribunal y ordené que trajeran a ese hombre.

18. Pero cuando los acusadores tomaron la palabra, no presentaron cargo alguno de los que yo esperaba.

19. Todo se reducía a ciertas discrepancias concernientes a su religión y acerca de un tal Jesús, que está muerto y del que Pablo afirma que vive.

20. No sabiendo cómo proseguir el desarrollo de la causa, pregunté a Pablo si estaba dispuesto a ir a Jerusalén para que se instruyera allí el proceso.

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