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Hechos 17:28-34 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

28. En él, efectivamente, vivimos, nos movemos y existimos*, como bien dijeron algunos de sus poetas: «Estirpe suya somos».

29. Siendo, pues, estirpe de Dios, no debemos suponer que la divinidad tenga algún parecido con esas imágenes de oro, plata o mármol, que son labradas por el arte y la inspiración humana.

30. Y aunque es verdad que Dios no ha tomado en cuenta los tiempos en que reinaba la ignorancia, ahora dirige un aviso a todos los humanos, dondequiera que estén, para que se conviertan.

31. Y ya tiene fijado el día en que ha de juzgar con toda justicia al mundo; a tal fin ha designado a un hombre, a quien ha dado su aprobación delante de todos al resucitarlo triunfante de la muerte.

32. Cuando oyeron hablar de resurrección de muertos, unos lo tomaron a burla. Y otros dijeron:—¡Ya nos hablarás de ese tema en otra ocasión!

33. Así que Pablo abandonó la reunión.

34. Sin embargo, hubo quienes se unieron a él y abrazaron la fe; entre ellos, Dionisio, que era miembro del Areópago; una mujer llamada Dámaris y algunos otros.

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