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Hechos 17:12-24 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

12. Muchos de ellos creyeron, e incluso entre los no judíos hubo un gran número de señoras distinguidas y de hombres que abrazaron la fe.

13. Pero cuando los judíos de Tesalónica se enteraron de que Pablo estaba anunciando el mensaje de Dios en Berea, fueron allá para incitar y alborotar a la plebe.

14. Así que, sin pérdida de tiempo, los hermanos condujeron a Pablo hasta la costa; Silas y Timoteo se quedaron en Berea.

15. Los que acompañaban a Pablo lo escoltaron hasta Atenas y regresaron con el encargo de que Silas y Timoteo se reuniesen cuanto antes con él.

16. Mientras esperaba en Atenas a Silas y a Timoteo, Pablo se sentía exasperado al ver la ciudad sumida en la idolatría.

17. Conversaba en la sinagoga con los judíos y con los que, sin serlo, rendían culto al Dios verdadero; y lo mismo hacía diariamente en la plaza mayor con los transeúntes.

18. También entraron en contacto con él algunos filósofos epicúreos y estoicos*. Unos preguntaban:—¿Qué podrá decir este charlatán?Otros, basándose en que anunciaba la buena nueva de Jesús y de la resurrección, comentaban:—Parece ser un propagandista de dioses extranjeros.

19. Así que, sin más miramientos, lo llevaron al Areópago y le preguntaron:—¿Puede saberse qué nueva doctrina es esta que enseñas?

20. Pues nos estás martilleando los oídos con extrañas ideas y queremos saber qué significa todo esto.

21. (Téngase en cuenta que todos los atenienses, y también los residentes extranjeros, no se ocupaban más que de charlar sobre las últimas novedades).

22. Pablo, erguido en el centro del Areópago, tomó la palabra y se expresó así:—Atenienses: resulta a todas luces evidente que ustedes son muy religiosos.

23. Lo prueba el hecho de que, mientras deambulaba por la ciudad contemplando los monumentos sagrados, he encontrado un altar con esta inscripción: «Al dios desconocido». Pues al que ustedes adoran sin conocerlo, a ese les vengo a anunciar.

24. Es el Dios que ha creado el universo y todo lo que en él existe; siendo como es el Señor de cielos y tierra, no habita en templos construidos por hombres

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