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Hechos 16:17-26 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

17. La joven comenzó a seguirnos, a Pablo y a nosotros, gritando:—¡Estos hombres sirven al Dios Altísimo y les anuncian el camino de salvación!

18. Hizo esto durante muchos días, hasta que Pablo, ya harto, se enfrentó con el espíritu y le dijo:—¡En nombre de Jesucristo, te ordeno que salgas de ella!Decir esto y abandonarla el espíritu, fue todo uno.

19. Pero al ver los amos de la joven que sus esperanzas de lucro se habían esfumado, echaron mano a Pablo y a Silas y los arrastraron hasta la plaza pública, ante las autoridades.

20. Allí, ante los magistrados, presentaron esta acusación:—Estos hombres han traído el desorden a nuestra ciudad. Son judíos

21. y están introduciendo costumbres que, como romanos que somos, no podemos aceptar ni practicar.

22. El populacho se amotinó contra ellos, y los magistrados ordenaron que los desnudaran y los azotaran.

23. Después de azotarlos con ganas, los metieron en la cárcel y encomendaron al carcelero que los mantuviera bajo estricta vigilancia.

24. Ante tal orden, el carcelero los metió en la celda más profunda de la prisión y les sujetó los pies en el cepo.

25. Hacia la media noche, Pablo y Silas estaban orando y cantando alabanzas a Dios, mientras los otros presos escuchaban.

26. Repentinamente, un violento temblor de tierra sacudió los cimientos de la prisión. Se abrieron de golpe todas las puertas y se soltaron las cadenas de todos los presos.

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