Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 10:13-26 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

13. Y oyó una voz que le decía:—¡Anda, Pedro, mata y come!

14. —De ninguna manera, Señor —respondió Pedro—. Jamás he comido nada profano o impuro.

15. La voz se oyó por segunda vez:—Lo que Dios ha purificado, no lo consideres tú profano.

16. Esto se repitió hasta tres veces y, a continuación, aquel objeto fue subido al cielo.

17. Estaba Pedro perplejo preguntándose qué significado tendría la visión, cuando los enviados de Cornelio, tras averiguar dónde estaba la casa de Simón, se presentaron a la puerta

18. y preguntaron en voz alta:—¿Se aloja aquí Simón, al que llaman Pedro?

19. Entonces el Espíritu dijo a Pedro, que seguía preguntándose intrigado por el sentido de la visión:—Ahí abajo hay tres hombres que te buscan.

20. Baja enseguida y acompáñalos. No tengas ningún reparo, porque los he enviado yo.

21. Pedro bajó al encuentro de aquellos hombres y les dijo:—Yo soy el que ustedes buscan. ¿A qué se debe la visita?

22. —Venimos de parte del capitán Cornelio —respondieron—. Es un hombre recto que rinde culto al verdadero Dios y a quien todos los judíos aprecian de veras. Un ángel de Dios le ha indicado que te haga llegar a su casa para oír lo que tengas que decirle.

23. Pedro los invitó a pasar la noche allí y, al día siguiente, se puso en camino con ellos, acompañado por algunos hermanos de Jope.

24. Un día después llegaron a Cesarea, donde Cornelio estaba ya esperándolos junto con sus familiares y amigos íntimos.

25. Cuando llegó Pedro, salió a recibirlo y se postró a sus pies en actitud de adoración.

26. —Ponte de pie —le dijo Pedro mientras lo ayudaba a levantarse—, pues también yo soy simplemente un hombre.

Leer capítulo completo Hechos 10