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Hebreos 13:8-19 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

8. Jesucristo es siempre el mismo, ayer, hoy y por toda la eternidad.

9. No se dejen arrastrar por cualquier doctrina que les venga de fuera. Lo que de veras importa es que la gracia los fortalezca; en lo que se refiere a las reglas sobre alimentos, de ningún provecho han servido a quienes las han observado.

10. Nosotros tenemos un sacrificio* del que no tienen derecho a comer los que ofician en el santuario.

11. Sabido es que los cuerpos de los animales cuya sangre introduce el sumo sacerdote en el lugar santísimo como rito expiatorio por los pecados, son quemados fuera del campamento.

12. Por eso también Jesús, a fin de consagrar* al pueblo con su propia sangre, murió fuera de la ciudad.

13. Salgamos, pues, a su encuentro fuera del campamento, compartiendo los ultrajes que él sufrió,

14. pues la ciudad que ahora habitamos no es definitiva, sino que buscamos una para el futuro.

15. Así que en todo momento ofrezcamos a Dios, por medio de Jesucristo, un sacrificio de alabanza que no es otro sino la ofrenda de unos labios que bendicen su nombre.

16. Y no se olviden de hacer el bien y de ayudarse unos a otros, pues esos son los sacrificios que agradan a Dios.

17. Obedezcan a sus dirigentes y sigan sus instrucciones, ya que se desvelan por ustedes como quienes tienen que rendir cuentas a Dios; de esta manera cumplirán con alegría y sin quejas su tarea, pues ¿de qué les serviría a ustedes que ellos lo hicieran a disgusto?

18. Nos encomendamos a las oraciones de ustedes, pues aunque confiamos estar limpios de culpa, deseamos comportarnos rectamente en todo.

19. Les ruego, pues, insistentemente que lo hagan así para que pueda volver cuanto antes con ustedes.

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