Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Gálatas 2:7-13 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

7. Al contrario, ellos vieron que Dios me había confiado la misión de proclamar el mensaje evangélico a los no judíos, así como a Pedro le había confiado la de proclamarlo a los judíos.

8. El mismo Dios que ha hecho a Pedro apóstol para los judíos, me ha hecho a mí apóstol para los paganos.

9. Así que Santiago, Pedro y Juan, considerados como columnas de la Iglesia, reconocieron que Dios me había confiado esta misión, y nos tendieron la mano a Bernabé y a mí en señal de acuerdo: ellos llevarían el mensaje evangélico a los judíos y nosotros a los paganos.

10. Únicamente nos pidieron que nos acordásemos de ayudar a los pobres, cosa que he procurado cumplir con todo esmero.

11. Pero cuando Pedro vino a Antioquía, me encaré abiertamente con él, porque no procedía como es debido.

12. El caso es que al principio no tenía reparo en comer con los cristianos de origen no judío. Pero llegaron algunos pertenecientes al círculo de Santiago, y entonces Pedro comenzó a distanciarse y a evitar el trato con los no judíos, como si tuviera miedo a los partidarios de la circuncisión.

13. Semejante actitud de fingimiento arrastró tras sí a los demás judíos e incluso al mismo Bernabé.

Leer capítulo completo Gálatas 2