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Filipenses 1:18-29 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

18. Pero ¡qué importa! Con segundas intenciones o sin ellas, Cristo es anunciado, y eso es lo que me hace y seguirá haciéndome feliz.

19. Sé que, gracias a las oraciones de ustedes y a la ayuda del Espíritu de Jesucristo, todo contribuirá a mi liberación.

20. Así lo espero ardientemente, con la certeza de que no voy a quedar en modo alguno defraudado y con la absoluta seguridad de que ahora y siempre Cristo manifestará su gloria en mi persona, tanto si estoy vivo como si estoy muerto.

21. Porque Cristo es la razón de mi vida, y la muerte, por tanto, me resulta una ganancia.

22. Pero si vivir en este mundo me ofrece la ocasión de una tarea fructífera, no sabría qué elegir.

23. Ambas cosas me presionan: por un lado, quiero morir y estar con Cristo, que es, con mucho, lo mejor;

24. por otro lado, ustedes necesitan que siga en este mundo.

25. Convencido de esto último, presiento que seguiré viviendo con todos ustedes para provecho y alegría de la fe.

26. Así, cuando vuelva a verlos, tendrán nuevos motivos, gracias a mí, para estar orgullosos de ser cristianos.

27. Solo les pido que su conducta sea digna del mensaje evangélico de Cristo para que, tanto si voy a visitarlos y yo mismo lo veo, como si estoy ausente y llega a mis oídos lo que se dice de ustedes, compruebe que permanecen unidos, luchando todos a una por mantenerse fieles al mensaje evangélico.

28. No se dejen, pues, intimidar por los enemigos; Dios ha dispuesto que lo que para ellos es señal de perdición, sea para ustedes señal de salvación.

29. Y es que a ustedes se les ha concedido el privilegio no solo de creer en Cristo, sino también de padecer por él,

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