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Apocalipsis 2:13-26 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

13. —Ya sé que resides donde se ha hecho fuerte Satanás. A pesar de todo, te mantienes fiel a mí y no has abandonado la fe ni siquiera cuando ahí, en esa guarida de Satanás, ustedes vieron morir a mi fiel testigo Antipas.

14. Pero tengo algunas quejas contra ti: y es que toleras ahí a los que siguen las enseñanzas de Balaán, el que aconsejó a Balac que indujese a los israelitas a comer de lo ofrecido a los ídolos y a entregarse a la lujuria.

15. Igualmente, toleras a quienes se aferran a las enseñanzas de los nicolaítas.

16. Cambia, pues, de conducta, porque, si no, iré pronto a ti y entraré en combate contra esos con la espada que sale de mi boca.

17. Quien tenga oídos, preste atención a lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré a comer del maná escondido, y le daré también una piedra blanca en la que hay escrito un nombre nuevo, que solo quien lo reciba podrá descifrar.

18. Escribe al ángel de la iglesia de Tiatira: Esto dice el Hijo de Dios, el que tiene los ojos como llama de fuego y los pies semejantes a bronce en fundición:

19. —Conozco tu comportamiento, tu amor, tu fe, tu entrega y tu constancia; sé que tu actual comportamiento mejora incluso el del pasado.

20. Pero tengo que reprocharte el que toleras a Jezabel, esa mujer que se las da de profetisa y que anda seduciendo con sus enseñanzas a mis servidores, incitándolos a vivir en la lujuria y a comer de lo ofrecido a los ídolos.

21. Le he dado tiempo para que se convierta, pero no quiere renunciar a su conducta licenciosa.

22. Pues bien, voy a encadenarla a un lecho de profunda angustia, junto con sus cómplices de adulterio, a menos que se aparten de su perverso proceder.

23. En cuanto a sus hijos, los heriré de muerte, para que todas las iglesias sepan que yo soy el que sondea las conciencias y los corazones y el que dará a cada uno de ustedes según su merecido.

24. A los demás de entre ustedes que viven en Tiatira sin haberse contaminado con esa doctrina —la de los secretos de Satanás, según la llaman—, ninguna otra obligación voy a imponerles.

25. Solo les pido que lo que ahora poseen lo conserven intacto hasta mi venida.

26. Y al vencedor, al que me sea fiel hasta el fin, yo le daré poder sobre las naciones

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