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Apocalipsis 11:1-10 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

1. Recibí después una vara de medir semejante a un bastón, y me ordenaron:—Ve, toma las medidas del Templo de Dios y de su altar y cuenta el número de sus adoradores.

2. Pero no midas el patio exterior; déjalo aparte, porque ha sido entregado como botín a las naciones, que hollarán la ciudad santa durante cuarenta y dos meses.

3. Será entonces cuando yo envíe a mis dos testigos, para que, austeramente vestidos, proclamen el mensaje profético de Dios durante mil doscientos sesenta días.

4. Me refiero a los dos olivos y a los dos candeleros que se mantienen firmes en presencia del Señor de la tierra.

5. ¡Que nadie intente hacerles daño, pues de su boca sale fuego que devora a sus enemigos; irremisiblemente debe perecer quien intente hacerles daño!

6. Tienen poder para cerrar el cielo e impedir que llueva mientras proclaman su mensaje profético; pueden convertir el agua en sangre; pueden herir la tierra cuantas veces quieran con toda clase de calamidades.

7. Pero, una vez concluido su testimonio, surgirá del abismo la bestia, que entrará en combate contra ellos, los derrotará y los matará.

8. Sus cadáveres estarán expuestos al público en la plaza de la gran ciudad a la que se da el nombre simbólico de Sodoma y Egipto, y en la que fue también crucificado su Señor.

9. Tres días y medio estarán expuestos los cadáveres a la vista de gentes de todo pueblo, raza, lengua y nación, sin que nadie pueda darles sepultura.

10. Mientras tanto, se desbordará el júbilo y la alegría de los habitantes de la tierra por su muerte. Hasta se harán regalos unos a otros, ya que aquellos dos profetas les habían amargado la existencia.

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