Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Timoteo 6:9-18 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

9. pues los que se afanan por ser ricos se enredan en trampas y tentaciones y en un sinfín de insensatos y dañosos deseos que los hunden en la perdición y en la ruina.

10. La avaricia, en efecto, es la raíz de todos los males y, arrastrados por ella, algunos han perdido la fe y ahora son presa de múltiples remordimientos.

11. Pero tú, que eres hombre de Dios*, huye de todo eso y busca con ahínco la rectitud, la piedad, la fe, el amor, la paciencia y la dulzura.

12. Mantén valerosamente el noble combate de la fe. Conquista la vida eterna a la que Dios te ha llamado y de la que has hecho tan noble profesión delante de muchos testigos.

13. En presencia de Dios, que infunde vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que rindió ante Poncio Pilato el más bello testimonio, te pido solemnemente

14. que guardes limpio y sin reproche este mandato* hasta el día en que nuestro Señor Jesucristo se manifieste.

15. Manifestación que:al tiempo prefijado llevará a cabo Dios,el bienaventurado y único soberano,el Rey de reyes y Señor de señores;

16. el único que es inmortal,que habita una luz inaccesibley a quien nadie ha visto ni puede ver.Suyos son por siempre el honor y el poder. Amén.

17. Inculca a los ricos de este mundo que no sean arrogantes y que no pongan su esperanza en algo tan inseguro como el dinero, sino que la pongan en Dios, que nos concede disfrutar de todo en abundancia.

18. Incúlcales que practiquen la virtud, que atesoren buenas obras y que sean generosos y desprendidos.

Leer capítulo completo 1 Timoteo 6