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1 Tesalonicenses 4:7-18 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

7. Pues no los ha llamado Dios a vivir en la impureza, sino como consagrados a él.

8. Por eso, quien rechaza esto, no rechaza una norma humana, sino a Dios, que es quien les da su santo Espíritu.

9. En cuanto al amor fraterno, no hace falta que les diga nada por escrito, ya que el mismo Dios les ha enseñado a amarse los unos a los otros.

10. Y así lo practican con todos los hermanos de la entera Macedonia. Solo les pedimos, hermanos, que progresen en ello más y más,

11. que procuren vivir tranquilos, que se ocupen de sus asuntos y que trabajen con sus propias manos, según las instrucciones que les dimos.

12. Así se ganarán el respeto de los no cristianos y no tendrán que importunar a nadie.

13. Hermanos, no queremos que ignoren la suerte de aquellos que ya han muerto. Así no estarán tristes como lo están los que carecen de esperanza.

14. Nosotros creemos que Jesús ha muerto y ha resucitado; pues, igualmente, Dios llevará consigo a quienes han muerto unidos a Jesús.

15. Apoyados en la palabra del Señor, les aseguramos que nosotros los que estemos vivos, los supervivientes en el día de la manifestación del Señor no tendremos preferencia sobre los que ya murieron.

16. Porque el Señor mismo bajará del cielo y, a la voz de mando, cuando se oiga la voz del arcángel y resuene la trompeta divina, resucitarán en primer lugar los que murieron unidos a Cristo.

17. Después nosotros, los que aún quedemos vivos, seremos arrebatados, junto con ellos, entre nubes, y saldremos por los aires al encuentro del Señor. De este modo viviremos siempre con el Señor.

18. Dense ánimos, pues, unos a otros con esta enseñanza.

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