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1 Tesalonicenses 2:2-8 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

2. Al contrario, recientes aún los sufrimientos y los ultrajes que, como están enterados, tuvimos que padecer en Filipos, llenos de confianza en nuestro Dios, les anunciamos su mensaje evangélico en medio de una fuerte oposición.

3. Nuestra exhortación, en efecto, nunca se ha basado en el engaño, en turbios motivos o en el fraude;

4. si hablamos, es porque Dios nos ha juzgado dignos de confiarnos su buena noticia. Y no tratamos de complacer a la gente, sino a Dios, que examina lo más profundo de nuestro ser.

5. Dios es testigo, y bien lo saben, de que jamás nos hemos valido de palabras aduladoras, ni hemos buscado astutamente el provecho propio.

6. Como tampoco hemos buscado glorias humanas, ni de ustedes ni de nadie.

7. Y aunque, como apóstoles de Cristo, podíamos habernos presentado con todo el peso de la autoridad, preferimos comportarnos entre ustedes con dulzura, como una madre que cuida de sus hijos.

8. Sentíamos tal cariño por ustedes que estábamos dispuestos a entregarles no solo el mensaje evangélico de Dios, sino incluso nuestra propia vida. ¡Hasta ese punto había llegado nuestro amor!

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