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1 Juan 3:9-21 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

9. y ninguno que sea hijo de Dios puede seguir pecando, porque Dios es su Padre, y la vida misma de Dios alienta en él.

10. En esto se distinguen los hijos de Dios de los hijos del diablo: quien no practica el bien ni ama al hermano, no es hijo de Dios.

11. Desde el principio han escuchado ustedes el anuncio de amarse unos a otros.

12. No como Caín, quien, por ser del maligno, asesinó a su hermano. Y ¿por qué lo asesinó? Pues porque sus acciones eran malas, y las de su hermano, en cambio, eran buenas.

13. No se extrañen, hermanos, si el mundo los aborrece.

14. Sabemos que por amar a nuestros hermanos hemos pasado de la muerte a la vida, mientras que quien no ama sigue muerto.

15. Odiar al hermano es como darle muerte, y deben saber que ningún asesino tiene dentro de sí vida eterna.

16. Nosotros hemos conocido lo que es el amor en que Cristo dio su vida por nosotros; demos también nosotros la vida por los hermanos.

17. Pero si alguien nada en la abundancia y, viendo que su hermano está necesitado, le cierra el corazón, ¿tendrá valor para decir que ama a Dios?

18. Hijos míos, ¡obras son amores y no buenas razones!

19. Esta será la señal de que pertenecemos a la verdad y podemos sentirnos seguros en presencia de Dios:

20. que si alguna vez nos acusa la conciencia, Dios es más grande que nuestra conciencia y conoce todas las cosas.

21. Pero si la conciencia no nos acusa, queridos, crece nuestra confianza en Dios

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