4. ¿Acaso no tenemos derecho a alimentarnos?
5. ¿No tenemos derecho a llevar con nosotros una mujer cristiana*, como hacen los demás apóstoles, los hermanos del Señor y el mismo Pedro?
6. ¿O es que Bernabé y yo somos los únicos obligados a realizar otros trabajos?
7. ¿Cuándo se ha visto a un soldado hacer la guerra a costa de sus propios bienes? ¿Quién planta una viña y no come de sus frutos? ¿Quién apacienta un rebaño y no se alimenta de su leche?
8. Pero no quisiera alegar razones puramente humanas. Es la ley quien lo dice,
9. la ley de Moisés en la que está escrito: No pongas bozal al buey que trilla. ¿Y esto lo dice Dios porque le preocupen los bueyes,
10. o más bien refiriéndose a nosotros? Sin duda que está escrito en atención a nosotros, ya que, tanto el que ara como el que trilla, lo hacen con la esperanza de participar en la cosecha.
11. Nosotros hemos sembrado bienes espirituales; ¿será mucho pedir que cosechemos de ustedes algún bien terreno?
12. Si otros se consideran con derecho a ello, mucho más nosotros. Y, sin embargo, no hemos querido utilizar este derecho. Preferimos soportar lo que sea, a fin de no crear impedimento alguno al anuncio del mensaje evangélico de Cristo.
13. Bien saben ustedes que los ministros del culto viven de ese ministerio y que los que sirven al altar participan de las ofrendas que se hacen en él.