Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Corintios 12:17-24 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

17. Si el cuerpo entero fuera ojo, ¿cómo podría oír? Y si todo fuera oído, ¿cómo podría oler?

18. Por algo distribuyó Dios cada uno de los miembros en el cuerpo según le pareció conveniente.

19. Pues ¿dónde estaría el cuerpo si todo él se redujese a un solo miembro?

20. Precisamente por eso, aunque el cuerpo es uno, los miembros son muchos.

21. Y no puede el ojo decirle a la mano: «No te necesito». Como tampoco puede la cabeza decir a los pies: «No los necesito».

22. Al contrario, cuanto más frágil parece un miembro, más imprescindible es,

23. y rodeamos de especial cuidado aquellas partes que menos parecerían merecerlo. Asimismo, tratamos con mayor decoro las que consideramos más indecorosas,

24. pues las que en sí mismas son decorosas no necesitan especial cuidado. Dios mismo ha organizado el cuerpo dando más honor a lo que menos parece tenerlo,

Leer capítulo completo 1 Corintios 12