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Números 11:22-30 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

22. ¿Acaso hay suficientes ovejas y bueyes que puedan ser degollados? ¿Es posible juntar para ellos todos los peces del mar para que tengan bastante?

23. El Señor respondió a Moisés:—¿Es que tiene un límite el poder del Señor? Enseguida verás si lo que te he dicho se cumple o no.

24. Moisés salió y comunicó al pueblo las palabras del Señor. Luego reunió a setenta hombres de los ancianos del pueblo y los hizo situarse alrededor de la Tienda.

25. Acto seguido el Señor descendió en la nube y le habló; tomó luego parte del espíritu que poseía Moisés y se lo infundió a los setenta ancianos. Y cuando el espíritu entró en ellos, se pusieron a hablar como profetas, cosa que no volvió a repetirse.

26. Dos hombres, uno llamado Eldad y el otro Medad, que habían permanecido en el campamento, se vieron también invadidos por el espíritu; estaban entre los elegidos, pero no habían acudido a la Tienda, a pesar de lo cual comenzaron a hablar como profetas en el campamento.

27. Un joven corrió y dio aviso a Moisés, diciendo:—Eldad y Medad están actuando como profetas en el campamento.

28. Entonces Josué, hijo de Nun y ayudante de Moisés desde su juventud, intervino diciendo:—Señor mío Moisés, ¡detenlos!

29. Pero Moisés le respondió:—¿Estás celoso por mí? Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y el Señor les infundiera su espíritu.

30. Dicho esto, Moisés regresó al campamento junto con los ancianos de Israel.

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