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Malaquías 3:8-16 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

8. ¿Acaso es justo que una persona defraude al Señor como ustedes me están defraudando? De nuevo replican: «¿En qué te hemos defraudado?». ¡En los diezmos y en las ofrendas!

9. Por eso están amenazados de maldición, porque todos ustedes, la nación entera, no cesan de defraudarme.

10. Traigan los diezmos íntegros a los almacenes del Templo para que no falten víveres en él; pónganme a prueba procediendo así —dice el Señor del universo— y verán cómo abro las ventanas del cielo para derramar sobre ustedes bendiciones a raudales.

11. Alejaré de ustedes la plaga voraz para que no destruya el fruto de su tierra ni malogre el viñedo de sus campos —dice el Señor del universo—.

12. Todas las naciones los considerarán dichosos y serán un país envidiable —dice el Señor del universo—.

13. Han hablado con insolencia contra mí, dice el Señor. Sin embargo replican: «¿Qué hemos hablado contra ti?».

14. Pues han dicho que no merece la pena servir a Dios, que de nada les ha aprovechado cumplir sus mandatos y andar afligidos en presencia del Señor del universo

15. y que les parecen dichosos los soberbios, pues los que actúan con maldad no solo prosperan, sino que ponen a prueba a Dios y quedan impunes.

16. Esto es lo que comentaban entre sí los que honraban al Señor. Entonces el Señor prestó atención, escuchó e hizo que se escribiera en su presencia un memorial en el que se consignara a todos los que respetan y honran su nombre.

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