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Levítico 21:1-12 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

1. El Señor dijo a Moisés:—Di a los sacerdotes descendientes de Aarón: Ningún sacerdote se expondrá a la impureza por causa de algún muerto de su parentela,

2. excepto por un pariente cercano, sea su madre, su padre, su hijo o su hermano;

3. o por una hermana suya que, siendo aún virgen, viva con él y esté sin desposarse; por una hermana así, sí puede contraer impureza.

4. Pero no se expondrá a la impureza por causa de una hermana casada; en este caso no debe contaminarse.

5. No se raparán la cabeza, ni se cortarán los bordes de la barba, ni se harán incisiones en el cuerpo.

6. Serán santos para su Dios y no profanarán el nombre de su Dios, porque son ellos los que presentan las ofrendas al Señor y los alimentos para su Dios; por tanto, serán santos.

7. No tomarán por esposa a una prostituta ni a una mujer deshonrada; tampoco se casarán con una mujer que haya sido repudiada por su marido; porque el sacerdote está consagrado a su Dios.

8. Lo considerarás algo santo, pues él es quien ofrece el alimento para tu Dios. Considéralo santo porque yo, el Señor que los santifico, soy santo.

9. Si la hija de un sacerdote se dedica a la prostitución, deshonra a su padre y deberá ser quemada en la hoguera.

10. El sumo sacerdote, destacado entre sus hermanos, sobre cuya cabeza fue derramado el aceite de la unción, y que fue consagrado para llevar las vestiduras sagradas, no llevará el pelo suelto ni rasgadas sus ropas;

11. no entrará en contacto con ningún cadáver, y ni siquiera por su padre o por su madre se contaminará de impureza.

12. No saldrá del santuario para no profanar así el santuario de su Dios, pues ha sido consagrado por el aceite de la unción de su Dios. Yo soy el Señor.

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