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Levítico 19:16-36 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

16. No andarás difamando a los de tu pueblo. No pondrás en peligro la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor.

17. No guardarás odio a tu hermano en tu corazón; reprenderás a tu prójimo y así no participarás de su pecado.

18. No serás rencoroso ni vengativo con tus compatriotas, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.

19. Guarden mis leyes. No cruzarás tu ganado con animales de otra especie; no sembrarás tu campo con dos clases de semilla ni te pondrás ropas de dos clases de tejido.

20. Si un hombre se acuesta con una esclava que pertenece a otro y que aún no ha sido rescatada ni se le ha concedido la libertad, ambos serán azotados; pero no hasta la muerte, por cuanto ella no es libre.

21. Él, por su parte, ofrecerá un carnero como sacrificio por su pecado y lo presentará al Señor a la entrada de la Tienda del encuentro.

22. Ofreciendo el carnero como sacrificio de reparación, el sacerdote hará expiación por él en presencia del Señor y le será perdonado el pecado que cometió.

23. Cuando entren en la tierra y planten toda clase de árboles frutales, durante los tres primeros años considerarán impuros sus frutos, como si estuvieran incircuncisos, y no los comerán.

24. El cuarto año todos los frutos serán consagrados al Señor en una fiesta de acción de gracias.

25. Y el quinto año podrán ya comer su fruto y almacenar sus cosechas. Yo soy el Señor, su Dios.

26. No comerán nada con su sangre. No practicarán la adivinación ni la astrología.

27. No se raparán en redondo sus cabezas, ni se recortarán la barba.

28. No se harán heridas en el cuerpo por un muerto, ni tatuaje alguno en la piel. Yo soy el Señor.

29. No degradarás a tu hija entregándola a la prostitución, para que tampoco se prostituya la tierra y se llene de inmoralidad.

30. Guardarán mis días de descanso y honrarán mi santuario. Yo soy el Señor.

31. No acudirán a los nigromantes ni consultarán a los espiritistas, contaminándose con ellos. Yo soy el Señor, su Dios.

32. Te pondrás de pie en presencia de un anciano y lo tratarás con respeto; de esta manera honrarás a tu Dios. Yo soy el Señor.

33. Cuando un extranjero resida en la tierra con ustedes, no lo opriman;

34. deberá ser considerado como un nacido en el país y lo amarás como a ti mismo, porque también ustedes fueron extranjeros en el país de Egipto. Yo soy el Señor, su Dios.

35. No procedan injustamente en los juicios, ni en medidas de longitud, peso o capacidad.

36. Tendrán balanzas justas, pesas justas y medidas justas.Yo soy el Señor, su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto.

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